Y aquel hombre se convirti�
En animal de razonables costumbres;
Nunca m�s le falt� ni su pan ni su vino;
El pan enmudeci� su feroz canto guerrero;
Y el vino cada tarde disuelve su cerebro.
Y aquel hombre se convirti�
En animal de razonables costumbres;
Nunca m�s le falt� ni su pan ni su vino;
El pan enmudeci� su feroz canto guerrero;
Y el vino cada tarde disuelve su cerebro.