Tiene 106 a�os y tiene el pelo blanco de nieve.
Tiene un vestido negro y de madera negros pendientes.
Quince hijos pari� su duro cuerpo
y trece amamant� del mismo pecho.
Tres se llev� la guerra, junto a la sierra se los perdieron.
Se los llev� la patria, con un aire triunfante cant� el correo.
Cinco d�as estuvo sin ver el cielo.
Su condena fue siempre, siempre el silencio.
Tuvo un hijo minero y una tarde sangrienta
envuelto en sangre y lodo se lo trajeron.
Con el paso tranquilo subi� el camino del pozo negro
y al llegar al port�n extravi� la mirada y escupi� al suelo
con el ce�o fruncido baj� p'al pueblo
y pas� quince d�as sin ver el cielo.
Se le endulzan los ojos cuando recuerda su primer beso,
cuando estren� vestido para el bautizo del primer nieto
y del viaje de novios y de su miedo
al entrar en la alcoba junto a su due�o.
�l se cans� una tarde de estar despierto
cuando estrenaba el campo su manto nuevo.
Tiene un hijo poeta, un carpintero y tres en M�jico,
otros dos en la mina, uno que es fraile y el m�s peque�o,
que siempre fue muy guapo, pluscuamperfecto.
Hoy es una flor tierna de invernadero.
Ella a todos cobija bajo su manto
y recuerda sus nombres y el cumplea�os.