Deja que me queme en esa hoguera
las caricias se me hielan
se hacen viejas de esperar
que hay de nuevo que antes no existiera:
nunca un gallo sin pelea
se ha dejado acorralar.
De pronto me asalt� la primavera
casi todo huele a hierba
que acabaran de cortar.
No s� como agarr� esta borrachera
debe ser la luna nueva
que no para de enredar.
Vas con todo el sol de la ma�ana
como reci�n amasada
tibia, limpia como un pan.
De mi barca t� la capitana
de mi sue�o t� la almohada
de mi espacio la mitad.
M�rame por Dios que esto es la guerra
quiero hacerte prisionera
y tirar la llave al mar.