Duros a�os de miedo van cayendo
vencidos por la inercia de los tiempos.
Veremos en un d�a muy cercano
salir de la trinchera a los hermanos.
Yo no s� si ustedes se dan cuenta
pero la gente empieza a irse de la lengua.
Nadie puede juzgar este momento
porque hasta los jueces tienen miedo.
El miedo, lo sab�is, est� en deshielo
pero los coletazos traen veneno.
Tenemos la experiencia del destierro
la furia incontenible de los muertos.
Tenemos la raz�n para cantarla,
la voz, la fe, el grito y la palabra.