Hoy es un d�a raro, muy extra�o;
He salido a la calle
Y es el viento quien me trae un olor a malvarrosa;
Y mientras barre el suelo
Me recita versos el portero...
Hoy es un d�a raro:
Nunca volaron los p�jaros tan bajo,
Ni ensuciaron con tanta desverg�enza las estatuas...
Hoy es un d�a extra�o:
En toda la ciudad no he visto un solo guardia.
Sent�ase la gente feliz
Que el ilustre ayuntamiento
Ha prestado gentilmente su cuerpo de bomberos
Para colaborar en el reparto de alfileres,
Y la gente se pinchaba en las nalgas
Para remediar tanta felicidad.
A eso de las diez, por la gran v�a.
Una manifestaci�n de funcionarios del estado
Reparte caramelos a los ni�os.
Totalmente indiferentes,
Calibran la imbecilidad de sus mayores.
Me sent� en una terraza avergonzado,
Porque no era capaz de sonre�r, y alguna gente
Comenzaba a se�alarme con el dedo.
Hab�a camareros, varios cientos,
Con tartas de merengue en las manos
Que arrojaban a sus due�os,
Haci�ndoles patente su desprecio.
Yo decid�, al ver mi resistencia a sonre�r,
Refugiarme en el metro:
Lo adornaban con guirnaldas de chocolate y menta;
Hab�a m�sica y bailaban las parejas;
As� que el consejo, reunido de urgencia,
Decidi� apagar las luces
Y lo que dios quisiera que as� fuera.
En esto despert�: vomitaba;
Ten�a zanahorias en la mano y gardenias en el pelo.