Ella estaba orgullosa de su raza
ven�a de una estirpe renombrada
el primer gran banquete
que se dio su familia
fue morder en los labios
de la Reina Cleopatra.
El por parte de padre era otomano
y recuerda haber sido tan feliz
que en medio de los valses
y un entorno convulso
comieron el cad�ver
de Sissi Emperatriz .
Y en este mismo instante
sobre una gran cagada
que un yonqui les regala
donde acaba Madrid
se disputan su parte
del bot�n al mirarse
comprenden que su raza
debe sobrevivir...
Ella luego se ensa�a con un perro
al que atrap� alg�n coche con sus ruedas
con el deber cumplido
�l se va a su faena
se enreda con los mocos
de alg�n ni�o de la escuela.
Lo que resta del d�a se lo pasan
como qui�n se echa al mar en una balsa
burlando mil venenos
y cintas engomadas
y a ni�os que por gusto
les arrancan las alas.
Solo son veinticuatro
sus horas en la Tierra
se lo toman a pecho
como quien va a la guerra
ponen miles de huevos
que ser�n moscas luego
ef�meras, eternas
pegajosas, molestan...
Al terminar su ciclo
salvada su existencia
no les pesan las alas
y abandona la escena
escribe su epitafio
sobre una herida abierta:
muri� como naci�
feliz entre la mierda.