Marielena. �Qu� pena!
Ambicionaba tanto
las alhajas, las luces,
los trajes de color.
Que so�ando, so�ando,
fue tan alto y tan lejos,
tan lejos, tan r�pido
y tan lejos,
que el sue�o no creci�.
(recitado)
Quiso pescar su estrella,
la encontr� en un charquito,
resbal� al agacharse,
y se ahogaron las dos.
En Pompeya, hasta el aire,
tiene un aire de tango
y tuvo Marielena
las cosas que busc�.
Se compr� un solapero,
un pisito, un afiche
y derram� el est�o
y enronqueci� la voz.
Marielena, la triste,
la de la historia triste,
fue del barro a la gloria
y de la sombra al sol.
Cada vez que un recuerdo,
sea s�lo un recuerdo de invierno,
las frases de tu tango,
ser�n como un adi�s.